12 poemas para 12 meses

Esperamos que 2012 sea una vez más un año de poesía, y por ello Club de poetas pone a la venta su calendario, no sin felicitar el año a todo aquél que se deje caer por el club y al que no. Haceos con el vuestro en nuestro contacto de ventas donde aclararán todas vuestras dudas.

jueves, 30 de septiembre de 2010

LA POESÍA DE "INCIDENTE"



De vez en cuando, siguen llegando nuevos amigos, que, con su poesía nos hacen mejores. Solo cabe agradecerles que nos hayan elegido, y desear que sigan a nuestro lado.

Hoy os regalo la poesía de Incidente. Disfrutadla. Vale la pena. Saludos...


POEMAS DE "Incidente"

La gente, con la confianza que me tiene, me comenta
que cuando duermes, el silencio detiene su camino para observarte
Yo, después de tantos años,
después de haber plantado un árbol en tu patio cada estío,
o ver caer la nieve sobre tus labios,
o destapar el manto de ceniza que cubre tus encantos…
continuo asido a la colcha de tu cama

Siempre permanezco entre el grito y la algarabía,
siempre en el libro de tu vida;
y mientras así permanezco, mantengo conversación distendida
con el silencio que te observa, pero que hoy se ha detenido

Permanezco junto a él, pero habito dentro de ti,
cuidando tu respiración, tus latidos, los parpadeos,
avivando el fuego de tus ojos a pesar de estar cerrados,
levantando si es posible, montañas que te inventen sombra:
cuentos que hagan historia del silencio que te ha robado;
aunque a veces escapo de la habitación
de la soledad de la casa, del refugio, de la conversación
del silencio,
y hablo con el árbol que esta plantado en tu patio
y un perro ladra en mis intervalos,
me habla del cercano invierno y de tu callado letargo.




Como de costumbre entraste
por el portillo del jardín
La ventana abierta. Despacio tus pasos
Como de costumbre me encontré rodeado
de luz, de recuerdo, de guerras y vuelos…
Agitaste la campanilla de cobre y una desnudez que no agobia
Necesite volverte a respirar

Sabes que no me gustan las palabras,
pero ellas resbalaron sobre ti acariciándote
Sabes que sin quererlo te abrazo,
te muero, te olvido, te desvanezco de mi sentido
aunque no pueda

Como de costumbre entraste
La ventana abierta. Extensa tu hoguera,
pero mi alarido fue el último de este mundo
de lamentos obstinados.





Te dejo con tu corazón,
con el mío
con los sollozos, incluso
con el zarpazo de mis versos,
con tu historia
con la mía

Te dejo porque no me necesitas
porque no quiero que me olvides,
porque a veces caigo en tu prisión fría
o despierto en tu relámpago

A solas te dejo,
con tu pensamiento y con tu idea,
con el tiempo de los listos y los sabios
Te dejo un ramo de azucenas sobre el alma,
con el refugio de la vuelta
con el dormir despierto
con los silbidos del dialogo

Te dejo, aunque no me resigno
Te dejo, pero no te abandono
Desaparezco, no lo dudes,
o duda cuando intuyas mi libertad

Me encontrarás entre la tierra que se mueve,
en las esquinas
en la caricia de tu vientre
en el alba sosegada, en las ruinas
en los gestos;
siempre cuando estés dormida

Estaré aunque me marche,
en tu imaginación, en la madrugada,
dentro del grito del amor desesperado.
Estaré donde siempre me dejaste,
en tu sueño, en tu piel cuando se anuncie,
en las lámparas de tu sangre
en el beso de esta boca a tu boca
que nunca retrocede.