Ésta es quizás la entrada más trapera y traicionera de todo el blog y me ha costado horrores decidirme a ponerla o no ponerla, pero creo que merece la pena presentar a las personas en toda su magnitud como eso, personas.
M. A. Mawey es uno de los socios más activos del canal, porque si de todos y cada miembro se nutre el blog y las vivencias en el club, no seríamos nadie sin él.
Es una persona a la que es fácil cogerle cariño, es una persona luchadora, educada y muy familiar. Poeta en toda su extensión, la poesía llegó a él en un momento difícil (el más difícil) de su vida, me atrevo a decir, pero llegó y se quedó en él. M. A. Mawey es un artista de lomo grueso, de esos que ya no quedan, un inventor incansable que nunca tiene suficiente con lo establecido y busca los límites de lo físico y lo espiritual cuando pone, en lo que hace, ese amor por las cosas que le caracteriza.
Es complicado hablar de Mawey sin escaparse a matices biográficos, pero para eso están sus rincones personales, donde se muestra tal y como es. Un pirata de pega que más que miedo, derrocha ternura. Es una persona dispuesta a ayudar siempre, a tender la mano y ofrecer apoyo, tanto que uno puede pensar que es asertivo en el diálogo. Hace falta poco tiempo para conocerle, y para quedarse con su esencia grabada, con su aura...
Sigo pensando que presentarle hoy, por diferentes motivos, me sienta como una traición, como una patada, pero lo necesitaba como el aire para respirar. Máxime porque a la publicación de estas líneas se encuentra lejos, con imposibilidad de conocer el hecho de dejar aquí una estrella de cemento con sus huellas. Porque si alguien se merece una estrella en este paseo, es Miguel Ángel Mawey.
DESPEDIDA
De puntillas, muy despacio,
De puntillas, muy despacio,
recojamos nuestros sueños.
No te olvides de los besos
los suspiros, los abrazos.
Cálzate las viejas huellas,
apaguemos en secreto
las estrellas, y en silencio
partiremos sin esperas,
sin despedirnos siquiera.
Miguel Ángel W. Mawey 9 de enero, 2005
CUANDO TU CORAZON YA NO SOPORTE
Cuando tu corazón ya no soporte
tanto camino yerro, y no le importe
echar todas las lágrimas al fuego
y espere pronta muerte, mudo y ciego;
Cuando al perder el Sur pierdas el Norte,
porque el mar a tu barco no conforte,
hendida la verdad y el alma luego,
y tu nombre naufrague sobre un pliego;
Recuerda los momentos que vivimos,
aquellos que apilados compartimos
sobre un río de amor tan diferente
que los besos cruzaban nuestro puente.
No olvides que los versos que sentimos
te esperan en mis manos, a racimos.
Miguel Ángel W. Mawey Feb. 2010
LABIOS MUERTOS
CUANDO TU CORAZON YA NO SOPORTE
Cuando tu corazón ya no soporte
tanto camino yerro, y no le importe
echar todas las lágrimas al fuego
y espere pronta muerte, mudo y ciego;
Cuando al perder el Sur pierdas el Norte,
porque el mar a tu barco no conforte,
hendida la verdad y el alma luego,
y tu nombre naufrague sobre un pliego;
Recuerda los momentos que vivimos,
aquellos que apilados compartimos
sobre un río de amor tan diferente
que los besos cruzaban nuestro puente.
No olvides que los versos que sentimos
te esperan en mis manos, a racimos.
Miguel Ángel W. Mawey Feb. 2010
LABIOS MUERTOS
Volaron a mi huerto
dos besos rezagados,
exhaustos de secretos.
Llegaron de muy lejos, extraviados,
cansados, sin palabras, sin deseos.
Posaron su candor sobre mis manos
y los llevé a mi pecho;
Les di mi corazón como regazo,
más no sobrevivieron y en mi lecho
fallecieron, sellados en mis labios.
Miguel Ángel W. Mawey 2 de Febrero 2005
