12 poemas para 12 meses

Esperamos que 2012 sea una vez más un año de poesía, y por ello Club de poetas pone a la venta su calendario, no sin felicitar el año a todo aquél que se deje caer por el club y al que no. Haceos con el vuestro en nuestro contacto de ventas donde aclararán todas vuestras dudas.

jueves, 2 de junio de 2011

Dos poetas, mano a mano.

Azarias y Revortosa. Dos amigos del club, dos personas que escriben poesía, poesía de calidad. la noche del martes, 31 de mayo, los dos dieron un recital en el canal #poesia, mano a mano. Los amigos que pudimos fuimos allí para aplaudirles, y para disfrutar de sus versos. El tiempo pasó deprisa, no se hizo pesado, y han puesto el listón muy alto para otros que quieran hacer algo parecido. Creo que nunca vi tanta calidad poética en tan poco tiempo. Enhorabuena a ambos.
Me quedo con dos poemas del recital, uno de Revortosa, y otro de Azarias (que tuvo la gentileza de acordarse de nosotros y dedicárnoslo):

quiero dedicar con todo mi cariño este poema a mis amigo/as del club que esta noche han querido estar aquí arropandome

Dos Puñales


La luz del alminar que alumbra el puente

oscila cuando pasas a su vera,

y tiembla de los arcos la madera

cuando vas con el cántaro a la fuente.


El aire tiene un tono diferente,

se torna el crudo invierno primavera,

y vuela la melena en torrentera

sobre el lienzo de bronce de tu frente.


Relucen al mirar, tras los cristales,

debajo de los puentes de las cejas,

dos soles de coral; y dos puñales


-cruzando los cristales y las rejas,

los puentes, el balcón y los rosales-,

me traspasan la piel cuando te alejas.



Azarías


o0o Por donde empiezas o0o


Ya puede ser el día luminoso

o gris, pero amanece cada día,

y ni la plenitud del mediodía

le da luz a mi rostro; es angustioso.


Mi día es viejo, es triste, es andrajoso;

mi cuerpo es un desmayo; te diría,

que sólo encierra mi melancolía

hasta que empiezas, hombre, deseoso.


Por donde empiezas, donde te terminas,

todo mi cuerpo invades, contaminas

cada trozo de mi, cada hondonada.


Donde terminas, y por donde empiezas,

vas haciendo algodón mis asperezas

y me consume, amor, tu llamarada.


Revortosa