12 poemas para 12 meses

Esperamos que 2012 sea una vez más un año de poesía, y por ello Club de poetas pone a la venta su calendario, no sin felicitar el año a todo aquél que se deje caer por el club y al que no. Haceos con el vuestro en nuestro contacto de ventas donde aclararán todas vuestras dudas.

sábado, 29 de mayo de 2010

TORMENTA DE VERSOS 28/05/2010

La noche del 28 de mayo, las palabras obligatorias fueron:
cañaveral, aliento, desesperanza, ingratitud, pétreo, oreja, cima, gato, rosa, ámbar, averno, lirios, soledad, plateada, ocaso, canto, certeza, sosiego y laberinto.
Muchos se han lanzado a la palestra con un poema bajo el brazo y éste es el resultado:

LAMENTO

Como cada día al llegar el ocaso,
emprendo el camino con ligero paso
para subir a la cima de este monte pétreo
a pedir un amor del cual sentirme reo.

Sin el, este mundo es un averno
siempre estancado en el invierno.
Mis días llenos de soledad
cubren mi cuerpo de tremenda frialdad.
La desesperanza ahoga mi alma
cuando solito me meto en mi cama.

Que vida más repleta de ingratitud
es no mirarse en unos ojos llenos de luz.
Para que tener una cama de rosas y lirios
si en ella solo, me pierdo en delirios.
Quisiera para mí un aliento
que pronunciara mi nombre en el viento.
Y en las tardes cubiertas de ámbar
saber lo que es la locura de amar.
Que sosiego tendría mi vida,
del arco iris estaría colorida
teniendo a mi lado una alma querida.

Pero como cada día, este inútil canto
se perderá por un laberinto de llanto
y regresare paseando mi mal
por los caminos del plateado cañaveral.
Sabiendo una vez mas con dolor
que nadie a mi oreja me confesara su amor.
Ay… ¡ que pena mas grande ser tan solo un gato
destinado a un cruel futuro de celibato!

ladronaDversos


Por el cañaveral de mi soledad, canto
Me encuentro en la cima de mi desesperanza
Aliento que alimenta mi ingratitud
Dejándome pétreo entre los lirios
Sobrevolando en el laberinto del averno
Corazón rosa que resuena en mi oreja de gato
Junto al ocaso de mi muerte sin sosiego y con certeza
perdiéndome en los plateados cabellos de mi calavera .

Armonía triste



Ambigua como un gato de ojos ámbar,
extraña como ardilla en la pecera,
más rara que una rosa en el averno
o un lirio con aliento de amapola.

La cubre con un manto plateado
el pétreo resplandor de su corona
y la cima del miedo se arrodilla
ante el canto letal de su donaire. .

Quemó cañaverales de sosiego
gritándome a la oreja en el ocaso
y aunque a veces trajo desesperanza
sería ingratitud cualquier reproche.

Pues digo con certeza y sin reparos
que es como un laberinto de alegría,
la cíngara que danza en el invierno
pintando a soledad con acuarelas.

Ella es única, sola e inigualable
-la reina del imperio de los sueños-
quizá no la mejor ni la más hábil
mas nunca cambiaría yo a mi musa.

lágrima_azul




ECOS DE LUZ Y SOMBRA


Allí en el averno
donde moran los espíritus de los muertos
entre frondosos cañaverales
abrazando la desesperanza,
esperaré yacida entre lirios y rosas
con mi soledad dolida,
un ocaso color ámbar.

Iluminará mi mirada
y a mi maltrecho corazón pétreo
como último aliento de vida
por tu ingratitud altiva,
destilando cauces de odio y deseo.

Aguardaré a la luna plateada
protegida por luminosas estrellas,
te susurraré después
sobre lo alto de la cima
hasta gritar tu nombre entre acantilados
como un canto de sirena,
ahuyentándolo todo.

Será así como sigilosa gata entregaré
la fiereza que escondo y guardo
manteniendo por fin la certeza
de un futuro sosiego,
por mis laberintos de pasión y ardideza.

Menrva


TU NOMBRE
(A Lucía)


Tu nombre está grabado
a fuego en un coral.
Grabado a mar y canto,
profundamente solo
que sólo sabe amar.

Los peces te pronuncian
desde el cañaveral.
Te nombran porque buscan
la voz que les acune
para poder soñar.

Tu nombre es una perla
en ámbar sin tallar.
Ocaso sin estrellas,
un pájaro sin trino
que sueña con cantar.

Tu nombre sabe a viento
y a pétrea tempestad.
Qué ingrato es el silencio
cuando en tu laberinto
me pierdo sin piedad.

Es la desesperanza
tu nombre sin nombrar.
aliento sin semblanza
que, preso de tus labios,
espera pronunciar.

Tu nombre es mi destino
y el mío, Voluntad.
El tiempo es ese río
que empuja hacia el averno
a un lirio en soledad.

A solas con el alma,
enséñame a volar.
Acógeme en tus alas
en esta noche oscura
que voy a naufragar.

Por eso, por tu nombre
de luces sin nombrar,
por cielos y horizontes
navegaré sin miedo,
mientras mi corazón
te pueda pronunciar.

Miguel Ángel W. Mawey


LA SOLEDAD


La soledad es como un laberinto
en el que avanzas siempre con torpeza
mientras vas aceptando la certeza
de que tu mundo se ha hecho añicos.

Es un cañaveral de ingratitud.
La espina envenenada de una rosa,
Es una oreja sorda y alevosa.
Es flaqueza, penumbra e inquietud.

Y es que, de pronto, todo es distinto.
Lo que era día, es ahora ocaso.
Hoy la templanza muda en fracaso.
Bailas de nuevo al filo del abismo.

Ayer mirabas desde la cima,
desde un balcón que vestía confianza.
y ahora triunfa la desesperanza,
vuelven tus manos a estar vacías.

Ahora que apenas te queda aliento
eres la sombra de tu retrato;
máscara imperturbable, como un gato,
encubridor de un oscuro secreto.

Y me golpea tu gesto pétreo
es tu mirada de gris acero.!
Cambiaste lirios por crisantemos,
y has trocado el edén por el averno.

Yo me oculto entre los pliegues del sosiego,
en una plateada serenata.
Mientras, un viejo canto aguarda el alba,
y luz ámbar de luna me emboza el sueño.

Brissa



Del mundo, en un rincón desconocido,
te bañaré de plata y luz de Luna,
de rosas, lirios, dalias y jazmines,
de mango, de naranja, de aceituna...

Al son del viento y el cañaveral,
tus ojos bordaré sobre los míos,
y con la voz süave de tu canto
sosiego haré la fuerza de los ríos.

Y dame de tu aliento
licor para mi sed,
de tu plateada boca
te juro beberé.

Al cielo, donde emerge cada ocaso,
arrojaré la soledad y el llanto,
y cual averno, el ámbar horizonte,
consumirá en sus llamas el quebranto,

la ingratitud y la desesperanza.
El gato y el ratón será este juego,
y enterraremos nuestro corazón
para buscarlo cual tesoro luego.

Y dame de tu aliento
licor para mi sed,
de tu plateada boca
te juro beberé.

Y el pétreo candado que me impida
llegar bajo tu piel con este beso,
con mimo y sutileza forzaré
besando si procede, al fondo, el hueso.

Escucharé tu virginal latido
durmiendo con mi oreja aquí en tu pecho.
Tu pelo, laberinto de mis sueños,
certeza tengo, es mío por derecho.

Y dame de tu aliento
licor para mi sed,
de tu plateada boca
te juro beberé.

Bunbu


En la certeza de que tu ingratitud
es el ocaso de mi aliento y sosiego
me mantengo en la duda como el ciego
que quiso hacer sombra de su virtud.

Mas el ocaso de mi desesperanza
hace cima por encima de mi soledad
y no es ni mas incierto ni verdad
que en mi averno crecen tus lirios rosa.

Ni en cañaveral, ni en pétreo lecho
por despecho, planto mi oreja
ni canto por alguna queja
ni maúlla tu gato en mi provecho.

Pero, si, tal vez por el puro derecho
que me otorga mi sien plateada
tu esencia mantengo en ámbar guardada
fuera del laberinto perdido en mi pecho.

cravens



Soledad vacía

En el hondo confín de este cruel laberinto,
donde nacen los ríos que huelen a miel,
esta cruel soledad se apodera de mí
y su ocaso se aleja acunado en dosel.

No existe sosiego que me bese el alma,
ni es pétreo el susurro vestido con ámbar,
sólo ingratitud que hiere y que abrasa
mientras se me mueren tus rosas de nácar.

Este loco canto que habita en tu cima,
que arrulla en mi oreja y que llega al mar,
es como el maullido pausado del gato
que canta sus penas al cañaveral.

Viviré contigo, soledad vacía,
dormiré despierto hasta el amanecer
y, por si me buscas antes de tenerme,
te espero en mis sueños hasta envejecer.

zxz

Retando palabras

Sin orden de caída caen

y de tratarse de oreja osada

del averno al cañaveral

de no encontrar yo la palabra

si ella no llega a mi

yo he de salir a buscarla.

Pluma , sosiego y aliento

y por rosa de los vientos mi aliada

buscará las palabras exactas

las justas, precisas, las necesarias.

Verdes mis ojos de ámbar

en ésta soledad plateada.

¿Qué no he de encontrar yo esa cima

si acaso el ocaso me ralla?

¡ Donde la inspiración perdida

ingratitud a la nunca hallada!

y este lirio marchito, apagado

y este gato enroscando a mis plantas

y este laberinto cercado

y ésta mi desesperanza

en éste sendero pétreo

en ésta incómoda mescolanza

Más certeza en mi abracadabra

en éste canto cantado…

buscadas, reunidas, unidas, sumadas,

por fin… en total

¡Mis diecinueve palabras!

mariel~